Los lubricantes son de vital importancia y con lo vital no se exagera, ya que la vida útil de los motores y las piezas mecánicas a nivel industrial se reduciría con mucha más rapidez a no ser por la acción de los lubricantes una vez que son aplicados.
Hay que tomar en cuenta que cuando las superficies entran en contacto se crean ciertos rozamientos que producen calor, estimulando el deterioro de las mismas durante los movimientos y el contacto. Los lubricantes son importantes porque ayudan a que ese contacto no produzca calor, a que el rozamiento no origine desgaste, y así la función que cumplan mediante el movimiento sea efectiva.
De manera que la principal importancia de los lubricantes es que estos actúan como la sangre de las piezas mecánicas. Los lubricantes para los motores se pueden clasificar en cuatro categorías básicas: aceite sintético, semisintético, de alto kilometraje y convencional.